viernes, 30 de abril de 2010

Determinismo.


Así pues, nos creemos libres porque somos conscientes de nuestras voluntades, acciones y deseos pero somos ,a su vez, ignorantes de las causas por las cuales somos llevados al deseo y a la esperanza.El azar no es algo con lo que se pueda jugar y sin embargo nos divertimos continuamente con hechos azarosos en los que no podemos ni tan siquiera olisquear certeza y aún así los juzgamos, los predecimos y nos engañamos.
De nuevo el ser humano es derrotado y cae en la rez que él mismo ha tejido.
Juguemos entonces al teatro de vivir, porque en definitiva actuamos y falseamos nuestros actos ya que estan todos minuciosamente calculados para fines Dios quiera que no egoistas y beneficiosos de su causa.

Engañandome, mintiendome y lamentandome,desde el llanto yo me rio del libre albedrío.

1 comentario:

Sand. dijo...

Que grande tu texto