jueves, 23 de octubre de 2008

Narices cortadas y zapatos de goma.


Me muero al pensar que se viste de día,
que se olvida las sabanas blancas
y las vuelve color ceniza.
Quería decirte después
de tantos momentos tal vez
esta vez triunfaría.
Quería contarte cuanto la quería.
Quería esconderme detrás
de las casetas de feria
de las dos siluetas que brillan al mediodía.
Notar el calor de tus brazos,
rozarnos, comernos, amarnos
volvernos tontos, zapatos.
Solo somos dos payasos.